martes, 14 de febrero de 2012

Para que bajes a dejarme tus labios.



He pensado tantas veces
en quedarme con tus labios.

Hay días en que rebosan
entre tus palabras, palpitantes,
y pareciera que estas son más bellas.

Me he quedado tantas veces en vilo,
que prefiriera morir de hambre
que hambre pasar de tus labios.

Y si no, baje Dios a la tierra
y vea que no exagero,
que mujer así no ha sido puesta en la tierra
ni por Él ni por nadie,
que nació al principio,
con la prima chispa del universo,
y esto lo se yo
cada vez que veo en tus ojos negros
la sabiduría de todas las mujeres,
cada vez que me sonries
porque sabes que quiero tus labios.

jueves, 19 de enero de 2012

Para que bajes a verme,

Te he puesto alas,
no para que puedas volar,
sino para descender hasta mi.
Pensarte es peligroso,
tenerte lejos es peligroso,
yo quisiera que conocieras mi ebriedad de ti,
eso que es fuego y es oscuridad,
la luz contra la nada de perderte,
no tenerte más que en el recuerdo
de un olfateo ansioso
con el que pretendía arrancarte de todos.
Te he puesto alas para que puedas venir a verme siempre,
por que tu vives donde las cosas altas
y yo donde los tontos,
que de tonto que soy aspiro a una diosa
con la determinación de un profeta,
que desde el día en que te vi
no he podido ya sacarte de mi cabeza.
Quisiera que vieras como estoy celoso de todos
y como acabaría con sus vidas y sus miradas.
Yo no se decirte con palabras
lo que no te haya dicho ya con besos,
que soy dos personas y las dos te aman,
que yo te amo,
y que el hombre que quiero ser para ti...
te ama.